Narrativa Sobre escritos

Conurbanizados

CONURBANO: (De conurbación, término empleado por Patrick Geddes, a principios del siglo XX, para indicar la expansión de una ciudad que engloba a otras aglomeraciones o jurisdicciones urbanas.) “Aumenta la criminalidad en el conurbano”. Según Patricio H. Randle, que me sugirió la inclusión de la palabra en este diccionario, algunos pilares del lenguaje exquisito se animaron a escribir cono urbano. “Se agravan los problemas en el cono urbano”.

Adolfo Bioy Casares: Diccionario del argentino exquisito.

Pueblo chico, infierno grande, reza el dicho popular. En esta oportunidad nos enfrentamos a numerosos infiernos, infiernos personales, sociales, que como focos se encienden en la supuesta tranquilidad de un pueblo de la provincia de Buenos Aires y que parece corresponder a un submundo, a una realidad paralela. Situada en la ciudad de Lobos, Ladrones de agua, cuenta la historia de todos esos invisibles, desclasados, que ninguna ciudad reconoce como propios. Los culpables de que la apacible vida por fuera de las grandes urbes se transformen en una réplica exacta de aquello de lo que han querido escapar. ¿Pero son estos seres, los del submundo, los responsables de la vida que llevan adelante? (Celia Ríos)

Daniel Vilano, psicoanalista que ejerce su profesión en Lobos y Cañuelas, presenta en esta su primera novela, en un lenguaje crudo y realista, la vida de la marginalidad oculta en los pueblos de provincia que, de acuerdo a una visión que construyen el común y los medios de comunicación, así dejan de ser tales. ¿Cuánta deshumanidad esconde esta construcción, y cuánta humanidad traen los llegados invisibles? Lo que se cuenta como una ficción, comienza en una frase vertida en un diario de Lobos: “nos estamos conurbanizando”. “Yo trabajé mucho en el conurbano y nunca me pasó nada, y observo que acá hay una idea de peligro”, dice el autor en el programa radial Ecos del Tiempo de la poeta lobense Romina R. Silva.

Expone en sus personajes las responsabilidades que les caben y describe con buen oído cómo ese submundo violento, con leyes diferentes a las del resto de la sociedad, pasan sus días. Pone sobre la mesa una realidad de la que muchas veces prefiere no saberse, por amenazante, por definitoria para las vidas que se entrecruzan. Pero también, presta atención a las relaciones que suceden entre esos habitantes que están por fuera de lo que para el resto de los mortales son las buenas costumbres y afila la mirada en cómo se defienden y se amenazan, cómo usan una justicia que solo trabaja entre ellos, que solo es respetada y atendida por ellos. (Celia Ríos)

La novedad de esta novela para un pueblo como Lobos -piensa Romina R. Silva, responsable de Luminosa ediciones- es la literalidad de lo social, cuando son drogas, drogas, cuando es sexo, sexo, cuando es muerte, muerte. La expresión sin medias tintas, en el propio lenguaje de quienes pudieron ser protagonistas, y hechos que asoman al espejo de los pobladores un mundo no por ignorado desconocido.

Vilano conoce este submundo. Tiene experiencia en escuchar sus relatos y en intentar comprenderlos desde un lugar que no pretende ser juez, sino más bien interprete. Si algo deja esta novela como corolario, si podemos todavía hoy seguir comprendiendo el mundo que nos toca vivir desde la literatura, es que las circunstancias que nos tocan transitar pueden definirnos. O no. Y ahí está la clave.

¿Pero existen los seres humanos que no encierren una mínima pizca de humanidad en sus seres? Esta novela demuestra que más allá de la violencia, las armas, las venganzas, hay espacio para la preocupación familiar, la transmisión de valores –buenos o malos, eso lo decidirá cada lector–, el cuidado colectivo, la necesidad de que al menos uno de los del submundo pueda salir de allí, porque en el fondo, como cualquier persona, lo que ellos también están buscando es una oportunidad de mejorar. La cuestión es cómo. (Celia Ríos)

Este viernes 24 de febrero a las 20.30 en la Casa de la Música (Alem 251) de Lobos se presenta Ladrones de agua, la novela de Daniel Vilano. Decimo libro que publica Luminosa ediciones. El arte de tapa estuvo a cargo de Ernesto Sinzato, quien expondrá sus obras el mismo día desde las 19.30.

Daniel Rodolfo Vilano. Psicoanalista. Escritor. Nació en La Plata el 6 de febrero de 1977, vive en Lobos desde su nacimiento. Escribe desde los 13 años de forma autodidacta. Participó de varios talleres literarios, entre otros el Taller de Escritura de Rosa Buk, y el Seminario de Novela dictado por Rubén Darío Gasparini. Participó de diversos concursos literarios en narrativa. Esta es su primera novela. Le dedicó ocho años para finalizarla. Formó el grupo “El puente” con Ernesto Shinzato, juntos realizaron tres exposiciones: Los anónimos, Los colgados y 12 velas. Expusieron la obra El puente en la casa de la provincia de Buenos Aires. El grupo explota un significante desde la escritura, pintura, objetos intervenidos con simbolismo social, diseño gráfico y música.

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